miércoles, 20 de agosto de 2008

En este país, mi país, tu país...

Hola, días sin escribir nada, la verdad he tenido algunas ideas para escribir pero poco tiempo para sentarme a escribirlas; al final no son las ideas lo que hoy voy a plasmar, hoy voy a quejarme…si y aquí porque es una de las pocas cosas que aquí en Venezuela se pueden hacer todavía.
Antes de comenzar a escribir se me vino a la mente una canción de Mirla Castellanos (cantante venezolana) que comenzaba así…”En este país, mi país, tu país…” es como una broma irónica de mi mente que acompaña con humor negro las cosas que a veces pasan, para los adultos contemporáneos le sonará esa letra y a aquellos que aún no siendo de esa época disfrutan de la música vieja.
Resulta que esta mañana bien temprano mi esposo, mi bebé y yo nos fuimos a buscar nuestro carro que estaba en el taller para su servicio periódico, cuando llegamos ya se encontraban al menos 4 personas esperando lo mismo, el taller en cuestión es de forma rectangular, por lo que los carros quedan en fila y hay que ir sacando uno a uno para poder salir, tenían una larga fila de carros y a los lados aquellos que estaban para reparar o revisar; entonces una señora que tenía su carro como de tercero (el nuestro estaba de primero) necesitaba que los demás sacaran sus carros respectivos para poder salir, nosotros habíamos ido en otro carro y mi esposo que estaba de penúltimo estacionado comenzó a moverse junto con otros para poder darle salida a la señora.
En cuestión de minutos, se estacionó al igual que otras personas en un local de al lado (uno de impermeabilización) para poder dar espacio para salir la mencionada fila, y de repente salió un señor (supongo que el dueño del local de impermeabilización) y le comenzó a gritar a mi esposo por estar estacionado ahí, mi esposo le explica que es sólo un momento para poder dejar salir a los carros, en este caso el de la señora que ya estaba lista para salir, a lo que el Sr. Que no debería ser llamado así, lo comienza a insultar, mi esposo le dice que se calme, que ya va a mover el carro y el tipo (mejor llamado así) le dice que se espere un momento, mientras tanto mi esposo se monta en el carro y se coloca en la fila nuevamente para luego descubrir que el tal tipo había salido con una escopeta para amenazarlo y decir le a ver si es que finalmente no se iba a mover…yo me bajé del carro con mi bebé a ver si es que el era capaz de meterle un tiro a mi esposo delante de nosotros, lo que al final no resultó en nada puesto que los mismos empleados del negocio de impermeabilización calmaron al Sr./tipo y se lo llevaron para adentro de sus oficinas.
En resumen, no pasó nada, el resto de los testigos ni se inmutaron, la señora a la cual se le estaba haciendo el favor ni gracias dijo y mi esposo y yo quedamos como se dice aquí “timbrados” pues no es fácil levantarse y vivir una experiencia así.
Lo de la canción que comenté al inicio es porque ese país que describía Mirla ya no existe, aquí incluso por ayudar a alguien te pueden dar un tiro, y si alguien amanece de mal humor también, no hay respeto de nada, no hay ayuda al prójimo y menos agradecimiento, así que en este país, a parte del alto nivel de delincuencia existe un mayor nivel de intolerancia que hace que personas como el Sr. No entiendan que sólo se está haciendo un favor y que nadie está abusando de sus derechos. En fin, cuando por fin salimos del taller, el lugar donde parcialmente había estacionado mi esposo seguía vacio, con unos conos indicando que era prohibido estacionar en ese espacio sagrado y advirtiendo que si acaso se le ocurre a alguien hacerlo, pues tiene prometido al menos una amenaza con una escopeta.

No hay comentarios: