Una buena amiga es siempre una amiga buena

Cuando uno tiene hijos chiquitos es imposible programar el tiempo y menos cuando a los dientes del chiquito o chiquita se les antoja salir todos al mismo tiempo, básicamente por esos malestares de mi princesa y porque mi esposo también se enfermó, he estado tan ausente, está vez ni tiempo me ha dado de leer y comentar en los blogs que siempre leo, espero sepan entender.


He andado un poco melancólica y feliz al mismo tiempo, pues hace poco más de un mes encontré una amiga del pasado a través de facebook y no una amiga cualquiera, sino una que fue muy importante en una época de mi vida en la que me sentí poco identificada con el mundo (muchos podrían adivinar que se trata de la adolescencia) y a parte de eso, una época en la que los cambios eran una constante en mi vida pues mis padres son divorciados desde que yo tengo 2 años, es decir, desde casi siempre para mi, y debido a eso pasé la vida compartida entre los dos, por períodos de tiempo y en distintas ciudades.

Fue en uno de esos cambios, cuando estaba por entrar a 8vo grado que me fui a vivir con mi mamá y allá, en un pequeño pueblito del Oriente del país, conocí a esta muchacha que me acompañó y ayudó a vivir mejor esa época que tanto me costó, enseñó y a pesar de muchas cosas aprendí a valorar.
Hoy en día, hemos retomado nuestra amistad y a parte de sentir un inmenso cariño intacto, hemos puesto en práctica algo espectacular (al menos para nosotras) que es escribirnos correos tipo capítulos contándonos la historia de estos últimos 11 años de ausencia mutua; es genial, se siente muy bien porque recordamos cosas del pasado y además tenemos la oportunidad de contarnos todo con calma y sin la prisa de una llamada telefónica (porque vivimos lejos, a 800 km de distancia) o las interrupciones del día a día.

Se que puede ser un post un poco tedioso, sin embargo quise compartirlo con ustedes porque estoy muy agradecida de haber reencontrado esta amistad y porque quiero decirles que cuando los sentimientos son puros y sinceros, ni mil años pueden destruir esas hebras de oro tejidas por el amor o la amistad.

Un abrazo a todos con el cariño de siempre.