Hace algunos años, si uno quería sintonizar y escuchar una estación de radio se hacía a través de una especie de perilla que se iba girando hasta encontrar la estación deseada, por medio de una aguja iba indicando la banda en la que se encontraba el sintonizador, lo podías ver a través de un cristal que permitía ver el desplazamiento y si tenías un nivel suficiente de volumen, se escuchaba la interferencia mientras pasabas de una estación a otra, una especie de ffffffffffffff,xxxxxx,ffffff, entraban estaciones con poco alcance, y escuchabas entrecortado emisiones hasta llegar finalmente a la que buscabas.
Bueno, ustedes se preguntarán que tiene que ver esto con cualquier cosa, y yo les digo que lo que pasa es que así me siento, con Interferencia, parece que no logro sintonizar la estación, me llegan ondas de todas partes (información de la más variada) pero al final, la que quiero escuchar, la de la Embajada de Canadá, no la logro encontrar, los ffffffffffff, se traducen en otras ideas para llegar a Canadá, estudiar Inglés, estudiar un post grado, ir de Turista, pensar en otro país, ver a Venezuela como una verdadera trampa jaula de la que a veces uno piensa no poder escapar, pensar que quizás las cosas no están tan mal, qué hacer ahora y qué hacer después, todas estas cuestiones, representan para mi, estaciones que me llegan mientras sintonizo a la embajada y luego está la más recurrente, la de los sueños, la que me ocupa la mente pensando como será vivir allá, la que más sustenta el camino, la que comparo todos los días con la forma en la que se vive aquí.
Pronto escribiré con otro estado de ánimo y quizás de otros temas ya que por el momento a Canadá la tengo en ffffffffffffffffffffffffff.
Un abrazo a todos y disculpen la locura.
