Les ha pasado alguna vez que tienen días y días sin nada que escribir en sus blogs y de pronto llegan miles de ideas y no encuentran forma de anotarlas para que no se olviden mientras desarrollan una en especifico?
Eso me está pasando hoy y sólo alcance a mantener en mente la del post anterior y la de ahora.
Quiero hablarles de uno de mis mayores tesoros, es esa cosa peluda que aparece debajo de los pies de mi hija cada vez que hago un comentario, esa cosa peluda que llegó a mi vida hace 4 años y que hasta hoy (y espero que por mucho tiempo más) me acompaña con absoluto amor, fidelidad, amistad, sumisión y compañía.
Esta cosita de la que les estoy hablando es mi hija canina, se llama Catta y es una perrita raza Poodle color gris que llego a mi vida en el momento más adecuado, justo cuando empecé a vivir sola y luego de una serie de tormentas a nivel emocional que en los momentos de soledad hacia que mi mente se distrajera y pensará por un momento en ella.
Esa bolita peluda nació el 06 de Diciembre de 2004 y teniendo sólo 15 días de nacida se fue a vivir conmigo ya que si esperaba más tiempo después no había manera de que me la llevara, pues ella estaba en otra ciudad a 10 horas de distancia en carro.
Desde el día que la vi, supe que iba a ser muy especial, al principio dormía en mi pecho para que sintiera mis latidos del corazón y no extrañara tanto a su madre perruna (jeje) además de brindarle calor porque en realidad era muy chiquitica, y luego ya no era tan chiquita pero seguía durmiendo a mi lado.
Ella desde siempre demostró tener una personalidad muy definida (el que haya tenido perros como parte de su familia lo podrá entender) y desde pequeña muchas veces se quedaba sentada en sus dos patas traseras escuchando con atención todo lo que le decía.
Luego vino su primer cambio de estilo de vida, cuando me casé, bueno a ella le gustaba mi entonces novio pero lo que no lograba comprender es porque yo ahora dormía con él y no con ella o porque no dormir los tres juntos? Esa parte costó un poco que la entendiera pues si bien mi esposo la quiere muchísimo, el amor no lo llevaba al extremo de dormir con ella también (hubo muchas veces que si, aquí entre nos), en fin ella como ser súper inteligente que es, encontró la manera de que las dos disfrutáramos de nuestras siestas juntas cuando descubrió que mi esposo se iba a trabajar al menos una hora antes que yo me levantara y entonces ella apenas el cerraba la puerta del cuarto, se montaba y dormía muy feliz hasta que yo ya me tenía que levantar.
Su segundo gran cambio fue cuando llegó su hermana humana, sin embargo desde el principio entendió que esa cosa chiquita que llegó también un 06 pero de Septiembre, era algo muy importante que había que cuidar; desde la primera noche que MV durmió en la casa, Catta se declaró como fiel guardiana y custodia de sus sueños y era la primera en avisarme cuando algo estaba pasando; muchas veces yo estaba en la cocina y ella venía desesperada a ladrarme en la cocina y luego se ponía a medio camino del cuarto y me miraba fijamente y luego volteaba hacia el cuarto como queriendo decir, mira ya se despertó, o se está moviendo. No hubo nada que me enterneciera más que esas demostraciones de cariño y cuidado que ella mostró desde el primer momento.
Hoy en día está aprendiendo a jugar con MV, pero todavía no entiende del todo porque esa niña no juega con ella igual que su papá y mamá (nosotros); lo más curioso de todo es que ellas, Catta y MV se disputan los mismos juguetes, sobre todo si son tipo pato de hule o peluches chiquitos y esto porque Catta desde siempre ha tenido también su colección de juguetes, pero ahora ninguna de las dos sabe diferenciar de quien es cada cosa.
En fin quería contarles de ella porque es una parte muy importante en mi vida y para aquellos que nunca han vivido esta experiencia quiero decirles que con amor y dedicación se puede encontrar en una mascota una excelente compañía, a veces mucho mejor que la de cualquier ser humano.
Un abrazo con cariño…y feliz fin de semana.
